Elizabeth Blanco,
hasta siempre

El pasado 27 de marzo fallecía de forma repentina Elizabeth Blanco.


Elizabeth era juez nacional, comisaria y coordinadora técnica de menores de Doma Clásica de la RFHE. Fue durante muchos años Secretaria General de la Federación Hípica de Castilla La Mancha.


Una gran apasionada de nuestro deporte y de cualquier proyecto que emprendía.


Os dejamos a continuación unas palabras de un buen amigo suyo y compañero:

He hecho cosas muy difíciles a lo largo de mi vida, y aun me quedan muchas por hacer, pero esta… esta jamás la contemplé en mi mente, nunca imaginé tener que despedirme de ti, y hoy aún no lo puedo creer.


Se que todo lo que diga puede sonar a tópico, pero cualquiera que me conozca sabe que nunca le he regalado los oídos a nadie, y lo que digo lo digo desde el corazón.


Se ha ido una persona maravillosa, amiga de sus amigos. Una persona que con solo mirarte ya sabía si todo iba bien o si por el contrario tenías un problema. Respecto a lo primero, se alegraba contigo, te felicitaba y te animaba a seguir; en el segundo caso, al menos conmigo, te miraba a los ojos y te decía; “cuando estés listo, aquí estoy” y ahí estaba siempre. Una persona maravillosa y desinteresada, siempre podías contar con ella para cualquier cosa, siempre la tenías ahí y siempre te ayudaba sin esperar nada a cambio.


Tengo tantos recuerdos de primeros momentos compartidos con el otro… nuestros ascensos; nuestros primeros nombramientos de foreign steward, que los recibimos con la misma ilusión que la de un niño cuando descubre algo; las primeras jefaturas, primeros concursos fuera de España, el primer concurso que uno ofreció al otro.


En lo personal el momento más maravilloso fue cuando cada uno le contó al otro que esperaba un hijo, o dos en mi caso. También había cosas que no nos contábamos, pero que el uno sabía del otro y también son bonitos recuerdos porque al final siempre terminábamos pidiendo ayuda sin pedirla, o mejor dicho, dejándonos ayudar por un verdadero amigo.

Recuerdo tu última petición en persona: he “hablado con todos y te he nombrado portavoz oficial, así que serás tú quien avise a todos del nacimiento de la pequeña”. Parece una bobada, pero me hizo mucha ilusión. Quien nos iba a decir que finalmente me convertiría en el portador de las peores noticias que podíamos recibir.


Nuestra relación fue siempre muy cercana, más allá de una amistad. Era, es y será mi hermana pequeña, aunque ella fuese mayor que yo (que disgusto cuando se enteró que yo era el pequeño del grupo jajajajajaja).


El vacío que deja en todas partes es enorme, dejaba huella por donde iba, por su carácter, su forma de ser, su manera de decir las cosas, su profesionalidad, su alegría… por tantas cosas que es imposible enumerarlas todas.


Lo que sí está claro es que aquel domingo por la mañana a muchos se nos paró el mundo, esperábamos con ansia una noticia totalmente opuesta y de repente nos cayó un mazazo encima que nos dejó idos a todos. Hemos sufrido una perdida muy grande, la hípica ha perdido a una grandísima persona, se ha ido una de las mejores personas que se han cruzado en mi camino y se ha ido una de las más grandes profesionales de este deporte.

No soy capaz de recordar el día que la conocí, como no puedo recordar el día que conocí a mis hermanas, o el día que fui consciente de conocer a mis padres. Han sido tantos años de amistad y de trabajo juntos que la sensación es de conocerla de toda la vida. Esto hace que haya perdido una parte de mí, una parte muy importante y por partida doble, la más importante en lo personal y por otro lado en lo profesional, donde no tardó en convertirse en mi persona de confianza. Hemos crecido juntos profesionalmente con alegrías y penas, con metas alcanzadas, proyectos creados y lamentablemente metas que han quedado pendientes (me debes una Copa del Rey, pero me la cobraré).


Profesionalmente, una trabajadora nata, siempre dispuesta a darlo todo, ayudando a todos ya fuesen compañeros de trabajo, jinetes, mozos, comités organizadores, federados… eso hizo que llegase donde llegó y habría llegado mucho más lejos. Más de 140 concursos internacionales de Salto, Doma y Enganches, como jefa, comisario extranjero y asistente, en casa, Francia, Italia, Eslovaquia. Innumerables concursos nacionales incluyendo todos los Campeonatos de España de Salto o Doma en todas sus categorías… una carrera de 10 y en continua proyección.


A esto hay que añadir: miembro del Comité Técnico Nacional de Comisarios, responsable de menores de Doma Clásica, Secretaria General de la Federación Hípica de Castilla la Mancha y su último ascenso Comisario General de Doma Clásica, el único éxito que no pudimos celebrar. A todos estos sitios llegó por su forma de ser, su personalidad, su profesionalidad y seriedad en el trabajo.


En el Club de Campo Villa de Madrid también deja un vacío muy grande, por todo lo anterior. Se convirtió en fija de nuestros concursos, dio mucho por este Club, se involucró como si fuese su propia casa y junto a nosotros hizo que la Copa del Rey de Doma creciese y terminó convirtiéndose en nuestro concurso, el suyo y el mío.


Profesionalmente deja un legado enorme, pero el más importante es el legado personal que deja, marcado en muchos de nosotros y sobre todo personalizado en su hija.


Aún a riesgo de que me llames de todo: te voy a echar de menos cada día.


Nos vemos en el “GRAND PARQUET”.